El documental español, entre el crecimiento y un panorama pesimista

El documental español contemporáneo, tema de la primera sesión de KinoStart LAB 4.0 – El cine más allá de la verdad, tiene la contradicción que, mientras el género provoca mayor interés, llegar a las audiencias es toda una odisea por las dificultades para llevarlas a la pantalla grande.

En la charla con Narce Ruiz, directora de programación del ficmonterrey -Festival Internacional de Cine de Monterrey, los creadores Javier Tolentino (Tehran Blues) y Miguel Eek (Próximamente, últimos días), coincidieron en los retos que enfrentan con sus producciones,

En el lado positivo, cada vez más personas se interesan en esta forma de creación.

Javier Tolentino

“Parte de la culpa de esto, que la gente joven apueste por esta forma de hacer cine, es porque es más personal, tiene más herramientas de creación asequibles, no necesitan grandes recursos técnicos para iniciarse. Luego han jugado un papel importante festivales especializados que han motivado mucho”, explicó Javier Tolentino.

“En cualquier caso, es una buena noticia que este lenguaje atrae a más personas, no solo espectadores sino creadores… cuando yo estudié en Cataluña, fui la segunda promoción de cine documental, y éramos los apestados, las ovejas negras”, contó Miguel Eek.

Sin embargo, la expectativa para tener corridas comerciales o simplemente proyectar no es tan positiva, ya que, si bien hay exhibición alternativa, no es suficiente, y las cadenas solo las acogen para darse prestigio, pero no las difunden a sus propios públicos.

“Con la pandemia mucha gente que no acostumbraba se ha enganchado con las plataformas; no sé qué va a quedar después, no sé si vaya a haber suficiente cine, no solo documental sino en general, para que sean rentables los cines. Eso además que yo no conozco a nadie menor de 25 años que vaya a una sala, a menos que sean estudiantes de cine o que los obligue su familia”, sentenció el director de Tehran Blues.

Miguel Eek

Aún así, este género los llena, por lo que no cesan en conseguir recursos para realizar sus producciones y difundirlas a toda costa, aunque los procesos se tengan que adaptar a las circunstancias.

“Antes trabajé mucho con una planificación más cerrada y concreta, pero en mis últimas dos películas he ido mucho más a perderme”, describe el realizador de Próximamente, últimos días.

“Son distintos, a veces tienes una idea que te impulsa a trabajar sin mucha investigación o documentación previa y pueden ser proceso de mucho tiempo, otras veces si requieres mucha investigación previa. El cine no es una suma de tesis de historia o folklore, al final es un arebato o la pasión de una persona que quiere elaborar algo a partir de su mirada; la objetividad es una estupidez”, sentencia Javier Tolentino.

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