El documental es artístico

Un documental no se debe limitar a la historia que se cuenta, pues sus posibilidades son infinitas y debe ser atendido desde la parte estética y artística, coinciden los directores de la Selección Oficial del Largometraje Documental en la sección De Norte a Sur: México en el 17 ficmonterrey, durante la charla como parte de las actividades de KinoStart LAB 4.0.

En la charla, moderada por Juan Manuel González, director y fundador del ficmonterrey, participaron: Juan Vildósola (Autorrey); Ricardo Yahuaca y Jazim Iván Meza (La novena infinita); Omar Robles (Las flores de la noche); Olivia Peregrino (Querida Nancy); Alejandro Tavares (Rock X la vida: El documental), y José Permar (Off the road).

“El documental es una forma artística también, aunque siempre se le ha relacionado más con el reportaje y periodismo; en México se han explorado narrativas de temas complejos relacionados con nuestra identidad, y eso es algo precioso, me parece que, justo ahora, es el espacio donde encontramos las historias más honestas, entrañables y más comprometidas.

“Las flores de la noche tiene esa relación del activismo del documental porque es un tema interesante para charlar, pero también tiene la exploración formal, artística y estética”, puntualiza Omar Robles, quien dirigió la película con Eduardo Esquivel.

“Si en un aspecto brilla México es en el documental”, sentenció Ricardo Yahuaca. “Sin temor a decirlo, podrían ser de los mejores del mundo, hay algunos en que desde la contemplación o un par de tomas te transmiten todo lo que quieren decir”, complementó.

“No me gusta hacer la separación entre documental del resto del cine, creo que estos dan una visión del presente que hace que sea como el cine plus… es educativo, periodístico, pero hay que dejarlo como la obra de arte que es, abierta a la interpretación del artista. En Latinoamérica se está llevando el documental a otros niveles formales, no nada más de narrar sino de agregarle género y forma”, asegura José Permar, de Off The Road.

En la charla titulada Registrar el presente salió a relucir el tema de la forma en que cada director construyó su documental, la cual están convencidos, debe ser libre.

“En cuanto a forma, inicialmente iba a ser solo un corto del aumento en las tarifas, pero nos llevó a un tema mucho más complejo que con el que iniciamos, así que se puede en el resultado final que ese es solo un síntoma de un problema mucho más grande”, refiere Juan Vildósola, que dirige Autorrey, enfocado a la dependencia del automóvil en el área metropolitana de Monterrey.

“Decidimos recopilar y ya después ver qué era lo que meteríamos; hicimos una primera versión por capítulos, pero al verlo me di cuenta que no había una historia, eran muchas personas hablando bonito de Nancy. Así que fue volver a empezar, reescribir el guion… depende del material que tengas para contar tu historia, ella era una persona que hacía muchas cosas, así que era complicado integrar el rompecabezas”, dice Olivia Peregrino sobre el documental acerca de la dramaturga, ensayista, poeta, periodista, actriz y defensora de los derechos homosexuales norestense.

“Para nosotros fue como cuando no sabes nadar y te avientas a la alberca”, dice el locutor y promotor musical Alejandro Tavares, director de Rock X la Vida: El documental. “La única premisa que siempre tuvimos que estuviera bien contada, que la entienda y la pueda digerir cualquier persona, incluso que es un tema complicado y se entrevista a psicólogos”.

A final de cuentas, una película documental exige mucha investigación que pueda llevar a diferentes perspectivas, por lo que no se debe estar cerrado a una visión inicial.

“Hay que explorar caminos que quizá al final no se utilicen entendiendo que no es un error: el  error habría sido no ir por esos caminos”, concluye Omar Robles.