Contactos son la clave
Independientemente de si se es un realizador con experiencia o en formación, acudir a los contactos para pedir apoyo es clave para poder lograr una mejor producción y ahorrar en el presupuesto final.
En la segunda sesión Q&A de KinoStart – 14 Festival de Cine Estudiantil, como parte de las actividades del 17 ficmonterrey, participaron Alondra Villarreal (Olivia en el interior), Igor Villanueva (The First Drawing -El primer dibujo-), Emanuel Sena (La luz que recuerdo), León Landázuri (La última cena) y Evelyn Susana Leandro Manuel (Corazón de hermanas).
“Más allá del valor económico, el tiempo y dedicación que todos los involucrados pusieron en el corto y el apoyo de los maestros a los que pedimos ayuda fue lo más valioso del proyecto”, resume la realizadora de Olivia en el interior, Alondra Villarreal.
“No todo el peso estaba en las personas involucradas directamente, sino en muchas más que sin esperar una paga estuvieron ahí con todo el amor, fue apoyo en especie y tiempo, además del talento”, coincide Emanuel Sena, de La luz que recuerdo.
En The First Drawing (El primer dibujo), Igor Villanueva no dudó en pedir ayuda a amigos para áreas como fotografía o música: “Fue cuestión de contactos, eso te lo da la carrera, buscar y ayudarnos entre todos, muchas cosas fueron de cero pesos, pero por ayuda de mucha gente”.
“Tuvimos mucho apoyo de la universidad que gracias a ellos te cobran menos en locaciones, hicimos fiestas, rifas y los apoyos familiares porque hace cine es carísimo. Había gente que venía desde Toluca a juntas, pagaban sus pasajes, el fotógrafo vive en Tepoztlán… tienes que buscar personas que quieran hacer las cosas igual que tú, al final es trabajo en equipo y si todos le echan ganas, se nota”, cuenta León Landázuri acerca de lograr La última cena.
Para la joven Evelyn Susana Leandro Manuel fue diferente en Corazón de hermanas, que tuvo todo el apoyo del taller de Ambulante, que no desaprovechó a pesar de sus responsabilidades mientras estudiaba la preparatoria.
“Todo el apoyo era muy completo, por eso no podía dejar pasar la oportunidad, yo llegaba y tenía todo, ahí el aprendizaje era que te decían cuánto costaba lo que querías hacer y eso te da una idea, pero tuve todo, los editores fueron los mismos maestros… todo fue muy sencillo y lo disfrutamos muchísimo”.
A la postre, y tras ganar el premio otorgado por la Filmoteca de la UNAM, decidió cambiar de carrera: “lloré mucho, yo estudiaba Odontología y a partir de ese momento me decido a tomar las riendas de mi vida y ahora estudio Comunicación, estoy en mi primer semestre en la Universidad de Sonora”.
